Las autoridades colombianas investigan este martes la muerte de un exguerrillero de las FARC en el municipio de Convención, que hace parte de la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, y en la que los lugareños vinculan al Ejército.
Según un comunicado de la institución castrense, la muerte del excombatiente ocurrió en la aldea Campo Alegre, del departamento de Norte de Santander, tras lo cual fueron asignados «equipos multidisciplinarios para determinar las circunstancias de tiempo, modo y lugar en la que ocurrió».
De igual forma, el comandante del Ejército, general Nicacio Martínez, ordenó que una comisión de la Inspección General de la Fuerza se desplace a la zona para verificar «los procedimientos operacionales desarrollados por las tropas en el lugar, en aras de la transparencia institucional».
Entre tanto, el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, que se creó tras la desmovilización de la guerrilla en 2016, denunció este martes «el asesinato de un exintegrante de las milicias de las FARC», y señaló que el hecho «ya está plenamente establecido».
Los habitantes de la aldea, explicó el senador del partido FARC Carlos Lozada, ingresaron a un campamento del Ejército y «encontraron la fosa que estaban cavando para enterrar y desaparecer a este compañero y luego las propias comunidades hallaron también el cadáver dentro del predio».
En el Catatumbo operan disidencias de las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), bandas criminales y un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL), considerado por el Gobierno como una banda narcotraficante.
Esta región, que alberga además extensos cultivos de coca, es una de las zonas más olvidadas de Colombia y está conformada por los municipios de Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú.