Trujillo apenas despierta de una de sus pesadillas más caóticas y largas, la falta de electricidad a nivel nacional afectó de forma alarmante al estado y lo dejó totalmente incomunicado.
La incertidumbre, el miedo y la impotencia reinaron en cada esquina, desde el día jueves a 4:56 pm cuando se apagó todo rastro de electricidad y con ella la comunicación y el agua potable de los municipios trujillanos.
La fortaleza de su gente fue debilitándose tan rápido como las esperanzas de que se restableciera el sistema eléctrico nacional. Un pueblo tan tranquilo perdió la calma, su población estaba pasando por la catástrofe de los servicios públicos más grande vivida en el estado Trujillo.
Las dudas bañaban las calles de Trujillo, Valera, Boconó, Escuque, La Puerta, Monay, Sabana de Mendoza y en cada rincón, velas, oraciones y cacerolas eran los únicos guías de la noche, noches donde la vigilia de los comerciantes era la nota a recalcar.
Incomunicados
El servicio telefónico y de Internet colapsó de forma absoluta, las preguntas por lo sucedido solo pudieron ver una luz el día domingo cuando llegó el servicio de Cantv, y solo por algunas horas.
El duelo sigue reinando en municipios como Boconó. Hasta cinco muertos eran velados en la iglesia matriz de San Alejo, las víctimas del apagón masivo ya empezaban a aparecer, en su mayoría pacientes de diálisis, fallas cardíacas, bebés recién nacidos y personas que requerían operaciones de emergencia.
Pérdidas materiales
La comida empezó a descomponerse, las personas en zonas como La Floresta y La Urbanización La Beatriz en Valera regalaban pescado y productos a punto de caducar por la falta de refrigeración, no había sistema de muchos bancos y era imposible adquirir alimentos por la falta de plantas eléctricas en los locales comerciales, muchas fallaron por la cantidad de días en uso.
Angustia de la población
En las calles reino la anarquía. Saqueos, quema de basura, obstrucción de vías, disparos al aire, la oscuridad trajo consigo la violencia y el temor se transformo en caos, apenas la luz empezó a llegar por horas el día lunes y mientras familias enteras dejaron de dormir.
Varios municipios ya tienen servicio eléctrico regulado y el Internet llegó de forma más constante, hasta ahora la cifra de pérdidas humanas y materiales no está clara, pero para los trujillanos esta situación de temor aún no ha terminado.
Corresponsalía Los Andes
