El cardenal australiano George Pell, quien fuera el número 3 del Vaticano, fue condenado a 6 años de prisión por cinco delitos de pederastia, uno por penetración oral, contra dos menores, en hechos ocurridos hace más de 20 años.
El juez Peter Kidd del Tribunal del estado de Victoria precisó que Pell deberá cumplir tres años y ocho meses de la condena antes de pedir libertad condicional.
El juez dijo también en la lectura de la sentencia que durante los hechos el cardenal Pell, quien entonces era arzobispo de Melbourne, actuó con «sorprendente arrogancia» y que en el juicio «mantuvo su inocencia, que es su derecho», pero al mismo tiempo nunca mostró «remordimiento o contrición».
Pell fue detenido el 27 de febrero -a la espera de conocer su sentencia-, tras ser condenado por un jurado por abusar sexualmente de dos niños de 13 años del coro de la catedral de St Patricks, en el este de la ciudad.
Pell, quien se enfrentaba a una pena máxima de hasta 50 años, es el más alto representante de la Iglesia católica que fue declarado culpable de pederastia.
El juez Kidd remarcó en la sentencia que el abuso contra los dos niños del coro, aún vestido con sus atuendos religiosos oficiales, supusieron «un ataque sexual descarado y forzado contra las víctimas».
Tras leer la sentencia, el juez, quien remarcó que su decisión «no fue sencilla» y aseguró que tomó en consideración tanto la gravedad de los delitos como la edad y salud de Pell, entre otros elementos, le pidió al cardenal que firmase el registro de agresores sexuales, en donde permanecerá «de por vida».
La sentencia se da después de que un jurado hallara culpable a Pell en diciembre del año pasado de los cinco delitos que se le atribuían, aunque el veredicto no se conoció hasta el 26 de febrero tras el sobreseimiento de un segundo caso contra el jerarca de la Iglesia católica por supuestos abusos sexuales contra menores en la década de 1970 en su ciudad natal, Ballarat.
La defensa de Pell ya apeló la sentencia, mediante un recurso que se abordará en junio para decidir si procede o no.