Luego de unas cuatro horas de cierre total en la Autopista Regional del Centro (ARC), ciudadanos, que estaban cansados de esperar, se enfrentaron a efectivos de la Guardia Nacional que mantenían cerrado el paso con dos gandolas y finalmente lograron que reabrieran la vía en ambos sentidos.
Desde el mediodía reportaban que había una supuesta fuga de gas en la ARC. Al parecer, se trataba de una gandola de Pdvsa que estaba parada en el distribuidor de Yagua, a más de 25 kilómetros del túnel de La Cabrera donde dos gandolas obstaculizaban el tránsito en ambos sentidos. No había explicación lógica para el cierre de la vía. La única razón aparente era el paso de una caravana que encabezaban diputados de la Asamblea Nacional que intentaban llegar a Carabobo para seguir rumbo a Cúcuta, donde ingresará la ayuda humanitaria.
Cuando los diputados trataban de mediar con los militares, otros hombres de verde, desde la parte baja del viaducto, arrojaron dos bombas lacrimógenas que fue a dar justo donde estaba un grupo de niños que esperaban con sus padres que abrieran la ARC y continuar su viaje. Poco antes la parlamentaria Delsa Solorzano, denunciaba que los guardias los habían agredido físicamente. Sin embargo, eso no sería impedimento para que entre la ayuda humanitaria a Venezuela este 23 de febrero.
En la cola había ancianos, embarazadas y niños, quienes fueron los más afectados por la actuación de la GN, destacada en los comandos rurales. Muchas madres debieron correr con sus hijos en brazos para intentar salir del humo de los gases lacrimógenos.
Eduardo Rodríguez caminaba por el túnel con su hijo. Venían caminando desde San Joaquín, donde compran panes para vender, hasta Maracay. La cara del pequeño demostraba miedo, cansancio, menos infancia feliz.
Ya pasadas las 5:00 p.m la caravana de los diputados pasaba por Campo Carabobo para continuar su marcha hasta el estado Táchira.
Heberlizeth González