En 80% de su cuerpo Enrique Javier Epiayú González, de tres años, presentó quemaduras de tercer grado. El pequeño se quemó al caer en una olla llena de chicha caliente.
María González, madre del pequeño, reconoció ante la Policía científica su descuido. Bajó, el pasado viernes a las 2.00 de la tarde, la olla de la leña, la dejó en el patio de su casa mientras se refrescaba e ingresó a su vivienda a buscar otros utensilios. Aún caminaba cuando escuchó el llanto de su hijo.
La vendedora de chicha aseguró que corrió desesperadamente, pero encontró a Enrique dentro de la olla. Presume que quiso alcanzar la chicha y cayó.
Al niño lo llevaron envuelto en una manta desde su casa, en el sector Tamare del municipio Mara, hasta la emergencia pediátrica del Hospital Universitario de Maracaibo, a unos 45 minutos de recorrido en carro.
Los médicos lo estabilizaron y solicitaron a sus padres buscar un cupo en el Hospital Coromoto. Allí lo remitieron horas después.
Enrique Javier luchó por su vida hasta ayer en la tarde, sus heridas complicaron sus vías respiratorias y falleció.
Los detectives de la Policía científica esperan el resultado de la necropsia y la evaluación del sitio del suceso para corroborar la versión de la madre. Por ahora el deceso se maneja como una averiguación de muerte.
Corresponsal Zulia / Jéssika Ferrer
Cactus24 (12/02/19)