Inerte, rígido, con una línea de sangre seca que se extendía desde sus fosas nasales hasta su frente y el rostro morado encontraron el cadáver de Luis Emiro González, de 72 años, sobre su cama.
Hasta ahora, los oficiales presumen que al anciano lo torturaron con un pedazo de tela de rayas grises hasta asfixiarlo.
Quienes viven cerca de la casa de González, en el sector Las Amalias, municipio Jesús Enrique Lossada del estado Zulia, no tienen certeza de lo que ocurrió en la recamara.
Se enteraron del deceso del anciano luego de que Ángel Bálzan, sobrino de la víctima, les pidiera ayuda para comunicarse con los cuerpos de seguridad.
La habitación estaba algo removida, pero Balzán desconocía si faltaba algo. Se acercó a la casa de su tío porque no se podía comunicar con él, encontró la puerta sin seguro y al ingresar al dormitorio halló el cadáver.
A simple vista al anciano no se le aprecian hematomas, heridas de arma blanca o de fuego. Un trapo marrón le sujeta las manos contra su pecho y otro de rayas le tapa la boca y le cubre hasta el cuello. Su cabeza está inclinada hacia la parte baja de la cama y su cuerpo extendido boca arriba. Viste una franelilla y un short y azul.
Todo hace presumir a los funcionarios que estaba listo para dormir cuando lo atacaron.
Por ahora, los detectives de la Policía científica interrogan a los familiares más cercanos y a algunos vecinos. Necesitan saber si faltan objetos en la residencia, quiénes fueron los últimos en visitarlo y hablar. La data de muerte supera las 24 horas. Para mayor precisión esperan el resultado de la necropsia. Se inclinan como principal hipótesis al robo; sin descartar otros móviles.
Jéssica Ferrer-corresponsal Zulia
Cactus24 07-02-19
