El canciller de Brasil, Ernesto Araújo, afirmó este martes que el «Socialismo del Siglo XXI» que encarna hoy el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, «se desmorona», así «como sucede en todos los países que adoptaron ese modelo».
En un mensaje publicado este martes en su cuenta en Twitter, el ministro sostuvo que el resultado del llamado Socialismo del Siglo XXI, que fue impulsado por el fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, antecesor de Maduro, «es siempre el mismo: miseria generalizada, mentira y opresión».
Araújo asistió este lunes a una reunión del Grupo de Lima que se celebró en Canadá, en la que ese mecanismo insistió en que Maduro debe alejarse del poder, aunque subrayó «su apoyo a un proceso de transición pacífica a través de medios políticos y diplomáticos, sin el uso de fuerza».
En otro mensaje publicado en sus redes sociales, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil afirmó que, después de esa reunión, «Venezuela, con el Gobierno interino de (Juan) Guaidó, pasa a integrar el Grupo de Lima», lo que consideró un «poderoso impulso para la ‘redemocratización'» de ese país.
El Grupo de Lima está integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y México, aunque este último país se ha distanciado por sus diferencias en relación a la crisis en Venezuela.
Según ha anunciado el propio Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por numerosos países, en Brasil, Colombia y algún lugar del Caribe se concentrarán los centros de acopio de la ayuda humanitaria que ha solicitado la Asamblea Nacional (Congreso) venezolana a la comunidad internacional.
En el caso de Colombia, ese centro estará ubicado en la ciudad de Cúcuta, que constituye el principal paso fronterizo con Venezuela.
Brasil aún no ha oficializado la localización del futuro centro de acopio, pero se presume que será en la localidad de Pacaraima, que como ocurre el caso de Cúcuta, representa el principal acceso por tierra a Venezuela.
Pacaraima se sitúa en el extremo norte del estado de Roraima y ha sido la puerta de entrada a Brasil para unos 70.000 venezolanos que en los últimos dos años han llegado huyendo de la profunda crisis política, económica y social en que se ha sumergido su país.
Corresponsal Caracas
Cactus24 (05-02-19)