El ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, rechazó este sábado las «acusaciones calumniosas» de su homólogo de EE.UU, Mike Pompeo, quien criticó en el Consejo de Seguridad de la ONU el apoyo de La Habana al presidente venezolano, Nicolás Maduro.
«Rechazo categóricamente acusaciones calumniosas contra Cuba del secretario de Estado de EE.UU. en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Su asalto a la constitucionalidad de Venezuela, orquestado desde Washington fracasará a pesar de las mentiras», escribió Rodríguez en su cuenta oficial de Twitter.
Cuba se sitúo al lado de su aliado Nicolás Maduro, al que reconoce como el único presidente de Venezuela, tras la autoproclamación del líder de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, como mandatario interino el pasado miércoles 23, con el respaldo inmediato de EE.UU. y varias naciones latinoamericanas.
En la ONU, Pompeo llamó hoy a apoyar al pueblo venezolano que quiere «liberarse del ilegítimo Estado mafioso del expresidente Maduro» y señaló que «no es una sorpresa que los que gobiernan sin democracia en sus propios países están intentando apuntalar a Maduro que se encuentra en una posición desesperada».
«Ningún régimen ha hecho más para sostener la condición de pesadilla del pueblo venezolano que el régimen en La Habana (…) y los matones de seguridad e inteligencia cubanos», dijo Pompeo.
Minutos después, el canciller cubano respondió en Twitter que Pompeo usó «la calumnia contra Cuba para justificar golpe contra el poder constitucional en Venezuela», una «pretendida usurpación de la Presidencia» que Washington «diseñó, financió y gestionó».
Rodríguez acusó a su homólogo estadounidense de acudir a la ONU a «vender el golpe de Estado contra Venezuela sobre base de acusaciones infundadas, datos falsos y enmascaramiento papel de su gobierno en orquestar ese asalto a la paz regional».
«Los cubanos estamos al lado del pueblo venezolano con solidaridad, con cooperación y lealtad latinoamericana», insistió el ministro de Exteriores cubano.
Junto a Cuba, que tiene en Venezuela a su principal aliado, también apoyaron a Nicolás Maduro los representantes de China y Rusia, quienes se mostraron contrarios a que la crisis venezolana se discuta en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Para Rusia, la convocatoria de esta reunión por parte de Estados Unidos supone «un quebrantamiento del derecho internacional» y un intento de «orquestar un golpe de Estado».
Mientras que China opinó que la situación en Venezuela «no constituye una amenaza a la paz y seguridad internacionales».
La crisis en Venezuela y la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino han dividido a la comunidad internacional, que en su mayoría aboga por una resolución pacífica al conflicto mediante la convocatoria inmediata de nuevas elecciones en el país suramericano.
Este sábado la Unión Europea urgió a Maduro a convocar «nuevas elecciones con las garantías necesarias en los próximos días» y abrió la puerta al reconocimiento de Guaidó como mandatario interino en caso contrario.
Portugal, España, Francia, Alemania y el Reino Unido fueron más precisos y fijaron un plazo de ocho días para la celebración de «elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles», tras lo cual reconocerán como presidente a Guaidó.