Ha pasado un año desde que Dora perdió 90% de su caparazón durante un incendio ocurrido en un cañaveral de Pernanbuco, Brasil, lo que casi había sentenciado a esta tortuga de 30 años a la muerte. Pero aún había una esperanza, así que un grupo de profesionales se dio a la tarea de encontrar una solución.
Los expertos de distintas áreas decidieron unir esfuerzos con el fin de brindar a esta tortuga un caparazón utilizando tecnología de impresión 3D, y los resultados fueron fantásticos.
El caparazón sirve como protección para proteger a Dora de los depredadores y también para regular su temperatura, por lo que era vital que tuviera uno.
Fueron 12 profesionales entre diseñadores, veterinarios y científicos, los que trabajaron en esta creación, usando sus conocimientos y la tecnología para mejorar la calidad de vida de Dora.
Aunque lo más complicado fue precisamente la impresión 3D, lo que tomó alrededor de 50 horas, mientras que todo el proyecto para realizar la prótesis les tomó alrededor de 3 meses.
El acabado final estuvo a cargo de la artista plástica Nani Acevedo, quien dedico un mes de trabajo para pintar cada trazo del caparazón.