Corea del Sur traerá de vuelta unas 6.300 toneladas de basura ilegalmente exportada a Filipinas, anunció hoy el Ministerio de Medio Ambiente surcoreano con respecto a un caso que ilustra los problemas que encara el modelo de gestión global de residuos.
«Tenemos previsto traer la basura lo antes posible, pero la fecha exacta aún está por fijarse dado que aún nos encontramos en fase de consultas bilaterales (con las autoridades filipinas)», afirmó hoy en rueda de prensa un portavoz del Ministerio en declaraciones que recoge la agencia Yonhap.
Los desechos fueron enviados el pasado julio a la isla de Mindanao (sur del país) a través de una contrata filipina.
La contrata, Verde Soko Phillipines Industrial, introdujo la basura en Mindanao etiquetándola como chips de plástico reciclado, pero una investigación periodística local desveló en noviembre que eran desechos que, además de plástico, incluían residuos peligrosos como baterías, bombillas o basura electrónica.
El caso deparó una dura condena por parte de la sección filipina de Greenpeace, que instó a Corea del Sur y al resto de países desarrollados a terminar con la exportación de basura.
La activación, a principio de 2018, de la prohibición de importar basura del extranjero, principalmente plástico para reciclar, por parte de China, que absorbía un 50 % de estos residuos generados a nivel global, ha sacudido la gestión de desechos en todo el mundo.
También ha subrayado la falta de regulaciones estrictas y cómo se aprovechan de esta laxitud los países del primer mundo, que buscan desde el año pasado nuevos destinos para sus residuos, principalmente en el sureste asiático.
El caso de Mindanao deja patente esta necesidad de hallar nuevos receptores, ya que tan solo esa partida de 6.300 toneladas ya supera en un 43 por ciento al total de basura que Corea del Sur exportó a Filipinas en todo 2017, según los datos de la Oficina de Aduanas de Seúl.
Corresponsalía Caracas
Cactus24 (04-.01-2019)