“Si las rectoras del CNE tuvieran un poquito de decencia ya hubieran puesto el cargo a la orden. No les pedimos parcialidad sino disimular”, el señalamiento lo hizo este martes Braulio Merino, miembro de la dirección regional de Primero Justicia en el estado Bolívar, a propósito de la tardanza de las rectoras oficialistas de aprobar las condiciones para la recolección del 20% de las firmas para activar el referendo revocatorio al mandato de Nicolás Maduro, aun cuando habían asegurado que darían respuesta, primero el viernes 16 y luego el lunes 19 de septiembre.
El informe técnico que estudia el directorio del Consejo Nacional Electoral (CNE), establece que solo se habilitarán 5 mil 392 captahuellas y no las 19 mil 500 que exigió la Mesa de Unidad Democrática (MUD) para garantizar la participación de mayor población electoral. Además, voceros de la coalición opositora han dicho que el Psuv pretende ubicar las máquinas en zonas de difícil acceso.
“La selección de los centros de recolección del 20% de firmas para activar el revocatorio lo que da es asco, por evidente parcialidad del CNE. Pocos centros de recolección de firmas y alejados de las zonas de fácil acceso, es la mejor demostración del temor al resultado”, manifestó el dirigente justiciero a través de su cuenta en Twitter @BraulioMerino.
De allí que exigió a Tibisay Lucena, Sandra Oblitas, Socorro Hernández y Tania D’Amelio poner sus cargos a la orden. “Estas señoras del CNE han irrespetado al país como les ha dado la gana, son unas irresponsables. Venezuela les quedó grande y ustedes saldrán por la puerta de atrás como salen los cobardes, como saldrá Nicolás Maduro, con el desprecio de todo un pueblo empobrecido y miserable por culpa de este modelo fracasado”.
Merino denunció el saboteo permanente que las representantes del Psuv en el organismo comicial hacen a la consulta popular establecida en el artículo 72 de la Constitución Nacional. “Quieren fijar para finales de octubre los tres días requeridos para recoger el 20% de las firmas (cerca de 4 millones), desechando el petitorio de la MUD de organizarlo para finales de este mes; quieren habilitar unos 1 mil 300 centros de votación y poco más de 5 mil captahuellas para garantizar la recolección del 20% de las firmas, no más de esa cifra; las captahuellas serán ubicadas en zonas “estratégicas” para el partido de gobierno, a fin de dificultar el acceso del electorado, irrespetando la distribución población, es decir, que en las zonas de mayor población electoral serán colocadas menos máquinas que en zonas de menor población; y además pretenden contravenir la Constitución al establecer que la recolección del 20% del RR debe ser por estado y no por circunscripción nacional.
“Estas cuatro señoras huelen a miedo. Tienen temor a que esta fase se convierta en un plebiscito y se demuestre al mundo entero el rechazo que tiene Nicolás Maduro en la población venezolana”. El dirigente justiciero aseveró que las fuerzas que conforman la coalición opositora se mantendrán en las calles hasta lograr que el CNE dé el cronograma electoral y ejecute el revocatorio en 2016. “No tiene sentido hacerlo en 2017. Así que presionaremos hasta lograrlo este año”, concluyó.
Cactus24 (20/09/2016).