Al menos ocho muertos en operaciones policiales realizadas en Río de Janeiro y la represión de protestas pacíficas ha dejado el legado de la última edición de los Juegos Olímpicos “hecho trizas”, según Amnistía Internacional.
Atila Roque, director ejecutivo de la sucursal brasileña de la referida organización, declaró que “Brasil ha perdido la medalla más importante que se disputaba en Río 2016: la oportunidad de convertirse en abanderado de los derechos humanos”, publicó EFE.
Roque precisó que las autoridades de Brasil desaprovecharon “una oportunidad de oro” para aplicar políticas de seguridad apropiadas para hacer de Río de Janeiro un lugar seguro y sostuvo que “la única manera de rectificar algunos de los numerosos errores cometidos durante los Juegos es garantizar la investigación eficaz de todos los homicidios y otras violaciones de derechos humanos cometidas por la policía, y la rendición de cuentas de los responsables ante la justicia”.
Cactus24 (23/08/2016)