Carnaval, samba y forró. Río eligió la fórmula del éxito seguro, y lo que mejor sabe hacer, para despedir los Juegos Olímpicos de 2016 con una emotiva ceremonia que puso a bailar al legendario Maracaná pese a la lluvia, con la alegría que caracteriza a Brasil, evento que tuvo como finalidad «lavar el alma de todo el mundo».
Una fiesta para «lavar el alma», según los organizadores, que estuvo pasada por agua por la lluvia que cayó sobre Río durante buena parte del día y que terminó con un espectáculo vibrante de música tropical y color con el mítico Maracaná puesto en pie.
La ceremonia se convirtió también en un homenaje a los deportistas olímpicos, a los voluntarios quienes encabezaron el desfile y a Brasil, que ha sacado adelante los primeros Juegos de Suramérica lastrado por una crisis económica y una división política sin precedentes en décadas.
«Felicidades Brasil, te queremos», dijo el presidente del COI, Thomas Bach, al declarar concluidos unos Juegos que «fueron una celebración de la diversidad de los valores olímpicos».
La ceremonia apeló a la pasión del brasileño por la música y a dos de los tópicos de Río: El carnaval y la samba, una combinación de éxito garantizado y que, no por conocida de sobra en todo el mundo, deja de provocar admiración.
El desfile de la comparsa Cordao da Bola Preta, la más popular del carnaval de Río, levantó al Maracaná, con capacidad para 70.000 personas, y lo puso a bailar en una fiesta impresionante.
En el espectáculo tampoco faltaron evocaciones al aviador Santos Dumont, a algunas de las grandes figuras de la música brasileña, como Carmen Miranda, Martinho da Vila o Roberta Sá, y a la pintora modernista Tarsila do Amaral, entre otros.
Por el campo de Maracaná desfilaron también las 207 delegaciones olímpicas encabezadas por deportistas y voluntarios en una procesión informal que poco tuvo que ver con los paseos tradicionales.
Cubiertos con capas de agua -el campo de Maracaná no es cubierto-, muchos bailaron samba, funk, saltaron, tomaron fotos de las gradas y alguno aprovechó también para hacerse una «selfi» con Simone Beil, la abanderada de Estados Unidos, mientras el público los saludaba haciendo la «ola».
La presentación de Tokio 2020 fue lo más épico
Río le cedió el testigo a Tokio, que en su presentación utilizó a uno de los personajes más emblemáticos de Japón, Mario Bros, el fontanero más famoso del mundo, para «traer» en un viaje virtual al primer ministro japonés y presentar sus Juegos 2020.
Presentación que causo euforia en los presentes y revolucionó las redes sociales, El primer ministro «cruzó» el mundo simbólicamente a través de canales y tuberías «transformado» en el fontanero y emergió de un tubo gigantesco ubicado en el centro del campo de Maracaná durante la ceremonia japonesa.
En el vídeo que dio paso a la presentación, Mario Bross está acompañado de «Doraemon», el gato robot del siglo XXII creado para una serie de dibujos animados japonesa en los años 70, que fue nombrado «embajador de Japón» en 2008 porque el país considera que encarna algunos de sus valores fundamentales, como el respeto y la amistad, también valores olímpicos.
En otro momento de la presentación, Tokio exhibió una coreografía en la que niños japoneses se mueven para formar la palabra «Arigato» (gracias) en varios idiomas, en agradecimiento a la oportunidad recibida por la capital de Japón.
La presentación concluyó con la exhibición del logotipo oficial de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y de una representación de la ciudad japonesa con el monte Fuji al foto en cuya base se puede leer el mensaje de bienvenida «See you in Tokio» (Nos vemos en Tokio).
Cactus24 (21/08/2016)