Este domingo 14 de agosto, el Arzobispo Metropolitano de la ciudad Santa Ana de Coro, Monseñor Roberto Lückert, cumplirá 50 años de vida sacerdotal, y desde ya muchos, como figuras del Clero y parte de la feligresía, han hecho extensiva sus felicitaciones, entre ellos el Papa Francisco.
Las palabras del Sumo Pontífice se ven plasmadas en un comunicado difundido este viernes, el cual ha titulado: “AL VENERABLE HERMANO ROBERTO LÜCKERT LEON, ARZOBISPO DE CORO”.
Monseñor Lückert León fue ordenado sacerdote el 14 de agosto del año 1966 y nombrado vicario cooperador de la parroquia Santa Bárbara en la ciudad de Maracaibo, capital del estado Zulia, de donde es oriundo.
El 27 de abril de 1985, es designado por el papa Juan Pablo II Obispo de la Diócesis de Cabimas, recibiendo la ordenación episcopal el 29 de junio del mismo año. El 21 de julio de 1993 pasa a convertirse en Obispo de la Diócesis de Coro.
En 1998 la Diócesis de Coro es elevada a Arquidiócesis, convirtiéndose Monseñor Lückert León en su primer Arzobispo, recibiendo de manos del Santo Pontífice Juan Pablo II, el palio Arzobispal el 29 de junio de 1999, según lo reseña parte de la biografía emitida por la Secretaría de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Coro.
Actualmente Monseñor Roberto Lückert, asume el cargo en la Conferencia Episcopal Venezolana como segundo vicepresidente de la misma, y también como presidente de la Comisión Justicia y Paz.
A lo largo de su trayectoria pastoral se ha desempeñado como Presidente del Departamento de Comunicación social (DECOS) del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). De igual manera, participó en la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano realizado en Santo domingo, República Dominicana, con motivo de los 500 años del proceso de evangelización en América latina.
A continuación, el comunicado textual del papa Francisco a Monseñor Lückert León:
“A ti, Venerable Hermano, en el pervigilio de la próxima Solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, cuando celebrarás el áureo jubileo Sacerdotal; enviamos de corazón estas letras, expresamos para ti nuestros alegres sentimientos, suplicantes de todo lo bueno y agradable.
Y porque conocemos que tú honestamente has trabajado con la debida diligencia y entrega en el Sagrado Ministerio, deseamos congratularte en las labores cumplidas y recordar los principales momentos de tu apostolado.
Joven, después que cumpliste los sagrados currículos en el Seminario Mayor Interdiocesano de Caracas, recibiste el sacerdocio en tu nativa Arquidiócesis de Maracaibo donde fuiste Párroco – Rector de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, Director del Diario Católico “La Columna” y Vicario General de la misma Sede.
En el Año MCMLXXXV, el Santo Pontífice Juan Pablo II, nuestro predecesor de piísima recordación, por tus egregias dotes de ánimo, de ingenio y pericia en los asuntos eclesiales, conociendo tus méritos, te nombró Obispo de Cabimas; ocho años después fuiste trasladado a la Diócesis de Coro, que constituida en Provincia Eclesiástica de Coro y luego Arzobispado Metropolitano, a la cual diligentemente riges.
En el exigente y dignísimo oficio de Pastor y Padre, cada día con solícito cuidado has trabajado para el fomento de la evangelización, para la fraterna relación con el Clero, para tener interacción pastoral; sobre todo te adheriste con profunda piedad y filial entrega al Magisterio del Sumo Pontífice y te distingues por la fidelidad con él.
Por lo tanto recordando el tan jubiloso evento de tu Sacerdocio, oh venerable Hermano exulta con espiritual alegría en Dios y únete a la Virgen María en el cántico: “Magnificat anima mea Dominum et exsultavit spiritus meus in Deo Salvatore meo” (Lc 1, 46-47).
Cristo, Sumo y eterno Sacerdote, y por la intercesión de la Santísima Madre de Dios, te custodie y te favorezca oh Benemérito Pastor, y te proteja a lo largo de los días.
Finalmente, el celeste don, el mensaje de nuestra peculiar caridad y la Bendición Apostólica sean testigos para ti, oh Venerable Hermano, y por ti a la Eclesial Comunidad de Coro, te enviamos recuerdos en el Señor desde esta Sede del Bienaventurado Pedro, pedimos vuestras fervorosas preces por nosotros y por Nuestro Petrino Ministerio.
La paz, la luz y el amor de Cristo permanezcan por siempre en vuestros corazones carísimos para nosotros Hijos venezolanos.
En la Sede del Vaticano en el día 21 del mes de julio del año 2016, en el Jubileo de la Misericordia en el cuarto año de Nuestro Pontificado. Franciscus”.
Cactus24 (12/08/16)
