Una quinta de dos plantas ubicada en la calle principal de Tocópero se ha convertido en un antro del mal. Allí funcionó durante algún tiempo el Ipasme, pero ahora es una guarida de malandros que la usan tanto para reunirse a fraguar planes delictivos, repartirse los botines u objetos provenientes del delito, y consumir sustancias estupefacientes según refieren habitantes quienes están preocupados por la situación.
Los hampones han venido desvalijando poco a poco la estructura, llevándose lujosas y costosas ventanas panorámicas y los habitantes temen que hagan pronto lo mismo con una antena que está en un lado del inmueble, que refieren, es propiedad del ejecutivo regional.
Los habitantes recomiendan al gobierno recuperar el espacio, donarlo o cederlo en comodato a alguna institución que le dé un uso público adecuado, bien como un Tribunal de Menores, Casa de Abrigo, la sede de la Unidad de Control de Reuniones y Manifestaciones Públicas, Policía Comunal o una Estación Policial, pues, hasta ahora, el hampa tiene su propio comando.
Cactus24 (04/08/2016).