El modus operandi similar permite deducir a simple vista y sin mucha indagación, que un mismo grupo delictivo podría estar detrás de los recientes hurtos que han sido cometidos en las instituciones educativas del municipio Colina.
Un pequeño boquete en las paredes de las áreas del comedor y cocina, el hurto de lo mismo: equipos tecnológicos, así como de alimentos que suministra el programa gubernamental de alimentación escolar para los niños y adolescentes, son evidencias que han dejado a su paso los delincuentes, quienes aún permanecen ausentes en los calabozos de los organismos de seguridad del estado, pese a las innumerables denuncias que los directivos de las instituciones educativas afectadas han oficializado.
Estos son los casos recientes: la Unidad Educativa Nacional «Haydee Calles de Medina»; blanco del hampa durante la madrugada del 29 de junio, y este jueves 30 la Escuela Bolivariana «Rosa María Reyes».
El coordinador del Programa de Alimentación Escolar de ese centro educativo, Eluz Valbuena, agregó que no es la primera vez que este tipo de delito es consumado allí. Desde el inicio de 2016 a la fecha, contabilizan tres los hurtos de alimentos y computadores.
En esta ocasión ladrones cargaron con un bulto de pasta, mantequilla, 12 sacos de azúcar, leche y arroz.
En el caso del hurto de alimentos, docentes presumen que por el pequeño tamaño del boquete, los forajidos podrían estar utilizando a un menor de edad para cometer el hecho delictivo. Hipótesis que cobra fuerza debido a que en el caso de la escuela «Rosa María Reyes» huellas de pequeñas manos sucias se lograban divisar alrededor del hoyo.
La tutora del Centro Bolivariano de Informática y Telemática de la «Rosa María Reyes», Olimar Arcila, expuso que los niños no reciben clases de informática porque los ladrones se llevaron gran parte de los equipos de computación. «Aquí hemos formulado denuncias y la policía viene, toma notas, y a la final no vemos resultados, y siguen robando», precisó la docente.
Hurtos que también dejan huellas de destrozo en puertas, ventanas y techos. Infraestructuras que al Estado a través del Ministerio de Educación y demás instancias gubernamentales conexas, le cuesta edificar y mantener para lograr brindar calidad y bienestar educativo a cada uno de sus estudiantes.
En ese sentido, los directivos, docentes, padres y representantes de las escuelas afectadas, y de las que aún por fortuna no han sido tocadas por el hampa, instaron al Gobierno Regional, en la figura de Stella Lugo, y a la máxima autoridad educativa regional, Santa Gómez, a establecer soluciones viables e inmediatas a fin de evitar que estos espacios formadores de paz y vida se conviertan en centros comerciales de los amigos de lo ajeno.
Cactus24 (30/06/16).