Desde el viernes 10 de junio y hasta el 20 de junio es el período de tiempo solicitado por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, para someter el tema de Venezuela al Consejo Permanente, de acuerdo con el artículo 20 de la Carta Democrática. En el apartado se establece que, en caso de una grave alteración de la democracia, el secretario general de la OEA o cualquier país miembro tienen la potestad de convocar al Consejo para evaluar la situación del país cuestionado.
El internacionalista Julio César Pineda, en entrevista exclusiva con Cactus24, explicó los cuatro escenarios que rodean a Venezuela ante la posible aplicación de la Carta Democrática Interamericana.
En el primero, que ya se celebró la semana pasada, Venezuela no pudo imponer su criterio y solo tuvo el apoyo de Ecuador, Bolivia y Nicaragua, y dos o tres Estados del Caribe.
“Antes siempre Venezuela tenía el apoyo total de los 14 Estados del Caribe y tenía el peso de Brasil y Argentina. Por eso la propuesta inicial de diálogo de México y Argentina era la que se iba a imponer. Venezuela tuvo que ceder, pero eso también implicó que aprovechara para postergar cualquier aplicación de la Carta”, indicó.
Pineda considera como un avance para Almagro y la oposición venezolana que los países de la OEA discutieran para activar los derechos humanos y la democracia en Venezuela, y se instara al diálogo.
El segundo escenario es el de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). A pesar de los cuestionamientos por la presunta parcialidad de su secretario general a favor del gobierno, Ernesto Samper, Pineda considera que sigue fortalecido después de la decisión del Consejo Permanente, que insiste en la negociación en lo que respecta a las leyes, a la Constitución venezolana y a la democracia.
“Pero entonces Unasur está más condicionada ahora porque está más vigilada”, agregó a Cactus24.
La mediación de Samper, y de los ex presidentes de España y de República Dominicana, José Luis Rodríguez Zapatero y Leonel Fernández, ha sido fuertemente cuestionada. La oposición ha dejado claro que el diálogo pasa porque se establezca una fecha para el referéndum revocatorio este año, mecanismo con el que se intentaría sacar constitucionalmente a Nicolás Maduro del poder y se llamaría a elecciones presidenciales.
El tercer escenario, agrega Pineda, puede ser la petición de Paraguay de activar la Cláusula del Mercado Común del Sur (Mercosur), que compromete a los gobiernos con los principios clásicos de separación de poderes, alternabilidad en los cargos, consulta popular, compromiso social, vigencia plena de los derechos humanos y el ejercicio de la democracia.
“Venezuela es el último miembro del Mercosur y ahí también las cosas ya son distintas. Ya no están ni Brasil ni Argentina en la línea con Venezuela, y Uruguay ya ha cambiado un poco su posición. Además, Paraguay ha sido frontal con Venezuela, por lo que el gobierno podría ser presionado”, explicó el analista internacional.
Pineda sostiene que el cuarto escenario es si realmente el secretario general de la OEA cuenta con los 18 votos para convocar de nuevo al Consejo Permanente y, principalmente, si cuenta con las dos terceras partes de los países miembros para la aplicación de la Carta Democrática, con la que podría haber sanciones para Venezuela.
“Con las dos terceras partes habría sanciones, pero yo creo que el gobierno podría ceder a las presiones diplomáticas y aceptar por ejemplo algunas de las peticiones que hace la oposición en el referéndum revocatorio”, dijo.
El ex ministro de Relaciones Exteriores recalca que lo importante es que Almagro, al acelerar la petición de la activación de la Carta Democrática Interamericana, presiona a Maduro para que acepte negociar.
“Lo que se quiere es presionar al gobierno venezolano para que acepte el referéndum revocatorio, que es la salida constitucional legal que la oposición pide. El gobierno debería tomar esa dirección”, agregó.
¿Injerencia?
Pineda sostiene que Almagro está facultado y tiene derecho a solicitar la activación de la Carta Democrática para Venezuela. Se trata de la primera vez que un secretario general de la OEA solicita la aplicación del mecanismo sin la autorización del Estado afectado.
“Él está cumpliendo con sus funciones. Viene de un país democrático, como es Uruguay, y quiere para Venezuela una democracia plena”, afirmó.
El ex embajador explicó a Cactus24 que cuando hay una situación de emergencia en un país, como en este caso Venezuela, las fuerzas de oposición y la comunidad internacional quieren que el gobierno cambie su política. En este caso Almagro, venido de la izquierda latinoamericana en la Cancillería de Uruguay, ha aprovechado la situación para exigir al gobierno esas reformas bajo la amenaza de sanciones, que es a lo que está jugando Almagro.
“No hay ninguna injerencia, ni invasión exterior, ni peligro de intervención extranjera porque solo la Organización de Naciones Unidas (ONU) es la que puede facultar la intervención. En la OEA son solo medidas diplomáticas, sanciones que pueden ser de carácter económico o financiero, pero que son más bien sanciones de tipo moral, para obligar al país a que tome medidas de manera de continuar con el ejercicio democrático. Por ejemplo, hacer que el gobierno acepte la ayuda humanitaria, la posibilidad de venir in situ a investigar qué es lo que está pasando o sentar a los funcionarios del gobierno a negociar forzadamente. Hay una cantidad de medidas para salvaguardar la democracia y el respeto institucional”, explicó.
Pineda recalca que la imagen del presidente Maduro se ha visto muy perjudicada internacionalmente. Entre las razones, figuran: la grave crisis económica, política y social en el país; los intentos de desconocer la Asamblea Nacional electa popularmente; las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia y los retrasos del Consejo Nacional Electoral para fijar el cronograma del revocatorio.
“Todos son puntos que hacen ver muy mal a Venezuela, además de que las cifras e indicativos a nivel mundial son muy negativos para el país”, agregó.
Queda por ver la reacción del gobierno ante las decisiones que tome el Consejo Permanente de la OEA, en medio de una menor fuerza diplomática de Venezuela por la falta de liderazgo de Hugo Chávez; por la caída del petróleo y por la nueva tendencia de Brasil y Argentina, además de los vientos de cambio en otros países de América Latina.
A. Veitía
Cactus24 (08/06/2016).