Existen artículos de opinión tan cargados de importancia que quienes los escriben no saben ni cómo comenzar, este es uno de ellos. La Gaceta Oficial número 40.909 pudiera ser probablemente la afrenta más grave a la constitución nacional, a la soberanía, a la sacritud de la república. Ella reza ante el supuesto que una persona ostente múltiples nacionalidades y una de ellas sea la venezolana, será ésta la que tenga prevalencia a la hora de ocupar cualquier cargo, lo que incluiría el de Presidente de la Republica ¡Qué barbaridad!
Flagrantemente viola la Constitución de la República en sus Artículos 41, 227 y 333, de los cuales se desprende que el Presidente de la nación debe ser venezolano “por nacimiento” y no debe poseer otra nacionalidad, pero ¿cuál es el meollo del asunto? veamos:
Es de nuestra opinión que el epicentro de una sentencia como esta busca un efecto mucho mayor al ámbito jurídico que la originó, esta sentencia surge de un caso de derecho privado de una menor de edad, pero se extralimita fijando un antecedente o recurso legal que permita a cualquier funcionario público con doble nacionalidad sujetarse a ella a manera de jurisprudencia, para ostentar un cargo o permanecer en el.
Ahora bien, desde su sobrevenido arribo a Miraflores el Presidente Maduro ha sido objeto de acusaciones que cuestionan el origen de su venezolanidad, tema el cual jamás hemos mencionado en nuestros escritos pues somos de los creyentes que la complejidad ortodoxa para determinar el lugar de nacimiento de las personas quedó muy atrás, en el siglo antepasado o en los inicios del que recién culminó, a consecuencia de no existir para aquellos entonces recursos técnicos o tecnológicos de precisión ni de preservación de datos, como por ejemplo el sonado caso de Carlos Gardel y su disputa natal francesa/uruguaya.
Hablamos de Maduro, quien nació en 1963 lejos de aquellos bucólicos esquemas burocráticos, en época donde incluso esas datas han pasado a plataformas digitales, tecnológicas. Sin embargo, han surgido elementos de supuestas pruebas, contradicciones en discursos, elementos de sospechas que poco a poco ha aumentado la atención del caso. Pensamos que incluso sí sus padres eran colombianos, pero Maduro nació en Venezuela, no hay ningún problema, su presidencia es totalmente legal en cuanto a nacionalidad, sí adquirió la colombiana hubiese bastado haber renunciado legalmente a ella… pero:
En primer lugar, sería un grave error no poder demostrar la renuncia a su nacionalidad colombiana (sí la poseía) a la hora de inscribirse y medirse en las elecciones de abril 2013, ni cuando se invistió presidente, lo cual ilegaliza su mandato.
Dos, más grave aún, es que al no poder subsanar el punto anterior solo puede haber un causal de peso; que su nacionalidad colombiana haya sido por nacimiento, sí es así, ni renunciando a ella ni amparado a sentencia alguna estaría facultado constitucionalmente para ejercer la primera magistratura del país, estaríamos ante una irreparable usurpación.
@leandrotango