El reconocido abogado criminólogo, Fermín Mármol García, aseguró hoy en el programa “Diálogo con… Carlos Croes” que la cultura carcelaria es parte del tejido social en Venezuela, y que los niveles de delincuencia a escala nacional están desbordados, pues señala “el crimen y la violencia en Venezuela están fuera de control. El delincuente venezolano disfruta de hacer daño”.
Al puntualizar acerca de los tipos de crímenes, Mármol abordó el sicariato sentenciando “desde hace mucho rato el delincuente encontró en la autoridad un trofeo, para el joven delincuente venezolano matar a un policía es ganar jerarquía y prestigio. Esto demuestra que el respeto por la autoridad y la ley se perdió desde hace mucho tiempo”, precisó que las autoridades no representan temor alguno para los mismos.
El criminólogo aseveró que el 86% de los delitos registrados en Venezuela son cometidos por jóvenes menores de 25 años de sexo masculino, aunque hay un repunte de participación femenina.
Puntualizó además que es necesario rescatar la institucionalidad del país, para así recuperar seguridad en cada rincón a través de la custodia en cada espacio tomado por la delincuencia, sosteniendo “no puede haber territorios donde la autoridad no puede entrar. Las zonas de paz crean como consecuencia que la institucionalidad se recoja.”
Pranes tienen “libertad” dentro de las cárceles
Mármol García precisó que la permisión a los reos de visitas familiares con hospedaje incluido en los centros penitenciarios, propició el desarrollo paulatino de la realidad de las cárceles en la actualidad, donde los “presos rematados asesinos natos”, también conocidos como pranes, llevan a cabo eventos como fiestas o conciertos, los cuales han llegado ser promocionados en emisoras comunitarias, además de la instalación de jacuzzis, piscinas, discotecas, entre otras formas de entretenimiento.
Se registra descenso en el índice de aspirantes a policías
El abogado declaró que si bien un efectivo policial o militar no puede pretender adquirir un estatus económico elevado, debe reconocerse que sus salarios son “miserables”, además de ser una profesión riesgosa y debido a ello, pocos bachilleres quieren prepararse para ser funcionarios de seguridad. Indicó que tanto las academias policiales como instituciones militares sufren un déficit de 300% en reclutas.
Cactus24 (22/05/2016)